
DO ENFERMO IMAXINÁRIO AO ENFERMO MILLONÁRIO
La Seguridad Social acaba de detectar en la provincia de Pontevedra el curiosísimo caso del alcalde de Ponteareas cuando llevaba ya tres años y ciento cuarenta y cuatro días de baja laboral en su puesto de funcionario del INEM, a consecuencia de una simple afección ocular leve. José Castro Alvarez, lince en cuestión, acudió a su médico de cabecera, doctor Guerra, el qual lo remitió al correspondiente especialista de la Seguridad Social, el oftalmólogo R. Sanmartin Alonso, que diagnosticó una “luxación de cristalino con hipertensión secundaria en el ojo derecho” del señor alcalde ponteareano. Para el lector no iniciado, una simple afección ocular leve. Conociendo el tema, el inspector médico Bibiano Fernández, la Seguridad Social admitió su baja laboral en la que estuvo tres años y cinco meses y por la que percibió un total de 3.232.006 pesetas, aparte de otra cantidad sin duda superior al millón que le devengó su propia empresa. el INEM. Cuando se trató de hablar con el citado inspector médico, dijo que no se acordaba del caso y que de todos modos, no tenia “ninguna declaración que hacer”. Durante todo el tiempo que estuvo de baja, percibiendo de la Seguridad Social casi ochenta mil pesetas mensuales, José Castro Alvarez puso su ojo enfermo en varios cargos políticos remunerados y fue – es – alcalde de Ponteareas, vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, diputado delegado por la misma institución provincial para el hospital Psiquiátrico de El Rebullón, presidente de la Comisión de Cooperación del mismo lugar y vicepresidente provincial de Alianza Popular. Entre sus múltiples cargos en la Diputación el “enfermo” vino levantando al mes ciento cuatro mil pesetas que, unidas a las noventa mil que gana por ser alcalde, dan el poco corriente ingreso mensual de cerca de cuarenta mil duros. Si a esto se le suman las ochenta mil del ala que cobró como trabajador en baja por enfermedad, el señor Castro Alvarez lleva a casa la bonita cifra de doscientas ochenta mil pesetas. Tiene, además, coche oficial, chófer y dietas diarias de seis mil pesetas para sus viajes. No está mal para un trabajador al que determinados médicos certificaron que debía estar de baja. ¿Cuánto ganaría si se pusiera realmente a trabajar? No hay en esta vida como sabérselo montar.
PERFECTO CONDE (SEMANÁRIO INTERVIU)
PUBLICADO EM “A PENEIRA (ANO I – 1984)